ULCERAS POR PRESION

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Las llagas (úlceras) por contacto o presión, conocidas habitualmente entre médicos y enfermeras como “úlceras o llagas por decúbito” son el resultado de una presión prolongada que causa lesiones en la piel y en los tejidos situados debajo de esta. Si una persona permanece sentada o acostada en la misma posición por un periodo de tiempo prolongado, la presión constante en la piel oprime los pequeños vasos sanguíneos (arterias y venas) que normalmente llevan oxígeno y nutrientes a los tejidos. Cuando la presión no permite durante demasiado tiempo que lleguen el oxígeno y los nutrientes a determinados tejidos, éstos se mueren dando lugar a que se forme una llaga.

Las úlceras o llagas por contacto, también conocidas como escaras por decúbito, varían en gravedad dependiendo del grado en que la piel y el tejido estén dañados. El daño puede variar desde un cambio en el color de la piel sin lesión extrema, hasta daño severo con lesiones profundas que llegan hasta el músculo o el hueso. En los pacientes de piel clara, una llaga puede hacer que la piel cambie a un color morado oscuro o rojo, que no palidece bajo la presión por el contacto de un dedo. En las personas de piel oscura, la piel puede ponerse más oscura de lo normal. El área afectada puede sentirse más caliente que el tejido que la rodea.

Las llagas por contacto son un problema serio que no se deben ignorar y que nos debe obligar a prevenirlo, se encuentre el paciente tanto en centros sanitarios o sociales como en el propio domicilio. Una vez que lamentablemente estas  lesiones hayan hecho su aparición se podrá lograr la curación de la mayoría de estas lesiones, si se pone en marcha el tratamiento apropiado. Lograr la curación depende de muchos elementos: de la salud general del paciente, de su dieta, de si se disminuye su presión en el área de la úlcera y de si se mantiene la llaga limpia y con un apósito (vendaje).

Las úlceras por presión tienen una variedad de tratamientos. Las úlceras más avanzadas se curan lentamente, de modo que lo mejor es acudir con un médico especialista y así darle el tratamiento adecuado.